Feb. 04 2013 (ScienceDaily) — Algas microscópicas del océano llamadas cococlitóforos proporcionan pistas desde la antigüedad hasta la actualidad. El estudio encontró que su respuesta a los cambios ambientales varía según las especies, en términos de la rapidez con que se desarrollan. Los cocolitóforos, un tipo de plancton, no solo generalizados en el océano moderno si no también son prolíficos fósiles porque sus conchas pequeñas de carbonato de calcio que se conservan en el hecho marino después de la muerte. Por ejemplo: El acantilado de Vast Chalk Dover, está constituido casi en su totalidad por cocolitóforos fosilizados.
El destino de cocolitóforos bajo las cambiantes condiciones, es de interés debido a su importante papel en el ecosistema marino y el ciclo del carbono. Sus conchas de calcita, son sensibles a la acidificación de los océanos, que se produce con el aumento del dióxido de carbono (CO2) atmosférico que es absorbido por los océanos, aumentando su acidez.
Hay muchas especies diferentes de cocolitóforos y en un artículo publicado en la revista Nature Geoscience, informaron que estos organismos responden de distintas maneras a un evento climático, de rápido calentamiento, que ocurrió hace 56 millones de años, el Máximo Termino del Paleoceno-Eoceno (PETM).
Por el contrario, las especies Pelagicus Coccolithus crecieron más lentamente en la época de mayor calor y esta incapacidad para mantener altas tasas de crecimiento podrían explicar por qué sus descendientes son menos abundantes y menos extendido en el océano moderno.
“Este trabajo nos proporcionó una nueva forma de ver la vida cocolitóforos fósil” dijo el autor principal Dra. Samantha Gibbs, Senior Research Fellow en la Universidad de Southampton Oceanografía y Ciencias de la Tierra.
Al comparar los impecables fósiles conservados y las células completas de los cocolitóforos modernos, los investigadores pudieron interpretar como las diferentes especies respondieron al aumento repentino de los cambios ambientales en el PETM, cuando los niveles atmosféricos de CO2 aumentaron rápidamente y se convirtieron en los océanos más ácidos.
“Utilizamos el conocimiento de cómo construir los esqueletos de calcita de los cocolitóforos del océano moderno para interpretar como el cambio climático de hace 56 millones de años afecto el crecimiento de este tipo de plancton microscópico”, dijo el co-autor Dr. Alex Poulton, un investigador en el Centro Nacional de Oceanografía.
“Este es un paso importante que permite ver los fósiles como células muertas en lugar de ‘rocas’. A través de esto podemos comenzar a entender los controles ambientales sobre la calcificación oceánica, así como los efectos potenciales del cambio climático y la acidificación de los océanos”.